domingo, 5 de abril de 2015

‘Crowdfunding’ para conseguir derribar la cruz falangista de Vigo

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 venderá “bonos de ayuda” de dos, cinco y diez euros

Cruz O. Castro


InfoLibre, 29/03/2015

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 venderá “bonos de ayuda” de dos, cinco y diez euros para financiar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional
“No se pueden juntar víctimas y verdugos bajo un mismo símbolo”, apunta a este diario el presidente de la asociación, Telmo Comesaña
ÁLVARO SÁNCHEZ CASTRILLO
La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 pondrá a la venta, durante los meses de abril y mayo, “bonos de ayuda” con el fin de recaudar los 3.000 euros necesarios para continuar su contienda judicial contra el Ayuntamiento de Vigo, gobernado por el PSdeG-PSOE, que se niega a derribar el monumento de exaltación franquista conocido como Cruz do Castro, una construcción de 12 metros de altura erigida por la Falange en 1959. “Para recaudar el dinero que necesitamos haremos una colecta ciudadana poniendo en circulación bonos de ayuda de 2, 5 y 10 euros”, apuntó este domingo la asociación en un comunicado.
El pasado mes de septiembre, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de la ciudad gallega falló a favor de los demandantes y ordenó al consistorio retirar “de forma inmediata” el monumento por considerarlo un elemento de “exaltación propagandística de la sublevación golpista, de los vencedores de la Guerra Civil y de la represión franquista posterior”. La sentencia judicial [consultar aquí en PDF] rechazaba que la cruz tuviera algún significado religioso. Por el contrario, destacaba que las cruces de los caídos levantadas durante el franquismo en toda España “surgieron siempre a iniciativa de Falange, al margen de la opinión del clero y de la autoridades eclesiásticas”. De hecho su promoción obedeció, según el magistrado, a “la incorporación de los símbolos católicos tradicionales al ceremonial político fascista”.
El juzgado consideró, por lo tanto, que la presencia de esta cruz contravenía la Ley de Memoria Histórica, que establece en su artículo 15.1 que “las Administraciones Públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, la Guerra Civil y de la represión de la dictadura”.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Vigo, gobernado por el alcalde socialista Abel Caballero, recurrió esta sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG), que se pronunció el pasado mes de febrero dando la razón al consistorio, con el voto en contra de la magistrada Cristina María Paz Eiroa. El alto tribunal revocó la sentencia del juzgado de Vigo por considerar que ese monumento ya no tiene el significado original de exaltación de los héroes del bando franquista de la Guerra Civil, y que está “desprovista de toda simbología fascista”. Según el TSXG, “no puede compartirse que siga teniendo ese componente de exaltación”, ya que ha desaparecido su “carga política”. “Puede ser contemplada como un elemento religioso, aunque no fuese su significado originario, puesto que es evidente que se trata de una cruz latina”, rezaba la resolución, que añadía que “ha de conservarse esa memoria”.
Tras la decisión del Tribunal Superior, la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 estuvo a un paso de abandonar. Tras conocer la sentencia, hicieron pública su decisión de “no solicitar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional” por “la dificultad del mismo y por el coste económico que supondría”, algo que no podían afrontar porque, según aseguró a infoLibre el presidente de la asociación, Telmo Comesaña, habían consumido “todos los fondos” de los que disponían “durante el proceso judicial”.
“No dejamos de escuchar voces durante este tiempo que nos animaban a seguir, a no darnos por vencidos”, aseguró Comesaña este domingo a infoLibre. Y añadió que, “sin ninguna duda”, van a conseguir recaudar “el dinero” que necesitan para “interponer el recurso ante el Constitucional”. Apuntó que no tienen pensado trasladar este crowdfunding a Internet, pero reveló que si se ven “apurados” no dudarán en “proponer a otras asociaciones por la memoria histórica de España que vendan estos bonos de ayuda”. “Confiamos en la sociedad”, reiteró.
“No se pueden juntar víctimas y verdugos”
Por su parte, Abel Caballero ha negado en reiteradas ocasiones que la Cruz do Castro sea un símbolo franquista. “No hay un sólo símbolo franquista en la ciudad”, se limitó a decir el alcalde el pasado mes de septiembre, tras conocer la sentencia que obligaba al Ayuntamiento a derruirla. La estrategia del regidor se basa en un acuerdo plenario adoptado por unanimidad de todos los grupos (socialistas, centristas, comunistas y nacionalistas) en 1981. Dicho acuerdo modificó la finalidad de la cruz, convirtiéndola en un monumento a todos los caídos durante la Guerra Civil y la dictadura.
“No se pueden juntar víctimas y verdugos bajo el mismo símbolo. En este caso estamos ante un símbolo del fascismo”, argumenta Comesaña al respecto. El presidente de la asociación recordó que su padre, socialista y secretario de una asociación durante la Segunda República, no murió “en una guerra”, sino que fue “asesinado por el franquismo”. “No podemos permitir las canalladas del alcalde. Se están mancillando las siglas del Partido Socialista Obrero Español”, sentenció.

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