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Carlos, Ioannes, Víctor y Pepa. |
El pasado 23 de octubre en la
biblioteca del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy la Asociación Memoria Histórica
de Cartagena junto con la concejalía de cultura del Ayuntamiento de Cartagena
organizamos un acto de presentación del comic “Deportado 4443”. El acto tuvo
como ponentes a los autores del libro, Carlos
Hernández e Ioannes Ensi (Juan
Espadas), junto con el joven historiador murciano Víctor Peñalver, presentados los tres por la presidenta de la
Asociación, Pepa Martínez.
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Con la directiva de la Asociación. |
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Muy aceptable presencia de público. |
Después de la presentación de los
ponentes por
Pepa, a los que
agradeció su presencia (así como al concejal de cultura David y, de manera
especial a
Alina Ortiz, familiar de
dos de los deportados, que vino de Águilas para el acto), tomó la palabra
Víctor Peñalver para señalar la importancia
de conocer la Memoria tanto tiempo sustraída (todavía lo está) a los que
vivieron la guerra civil y la posguerra,
y a las generaciones posteriores a ellas. Expuso que su iniciación en el estudio
memorialista tuvo lugar con el “centro de trabajo para presos políticos” del
pantano del Cenajo. Lo que más le llamó
la atención de este sitio es que sólo se conociera como un lugar de recreo, en
el que cómo única manifestación de su creación fuera una placa de inauguración
por el sanguinario generalísimo Franco y
que nada mencionara del trabajo realizado por los republicanos represaliados
por el mismo dictador. A este historiador le tenemos que agradecer, no sólo su
presencia en el acto sino también, el habernos puesto en contacto con los
autores del libro motivo de este acto. Gracias a su apoyo, entre otras más personas,
como es lógico, también se han podido reconocer (o están aprobados en los
plenos de los distintos ayuntamientos hacerlo) a los deportados nativos de las
localidades siguientes: Molina del Segura, Calasparra, Cehegín, Moratalla,
Bullas, Caravaca, Jumilla, Águilas, Mula, Murcia y Cartagena (si bien, con
anterioridad ya se había hecho en Yecla, La Unión y Mazarrón).
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Con la presencia del concejal de cultura. |
Antes de la exposición del libro,
el guionista
Carlos Hernández,
explicó cómo surgió la idea de dar a conocer a través de las redes sociales, Twitter entre ellas, la experiencia de uno de
los deportados (el 4443, qué resultó ser su tío,
Antonio Hernández Marín y natural de Molina del Segura). Después presentó
y agradeció al ilustrador
Ioannes su
trabajo y el haber ofrecido una idea genial en la divulgación de este
acontecimiento de la historia de casi 10.000 españoles deportados a los campos
de concentración nazis, que han estado (y todavía están) en el más absoluto
anonimato y en el más escandaloso de los olvidos. Y de eso trata este trabajo, de llegar al mayor número
posible de gente y, sobre todo, para que no se olvide, con la intención última
de subsanar esa deficiencia cultural, como es el desconocimiento de nuestra historia
más reciente.
Ioannes expuso la gran
cantidad de tiempo que tuvo que dedicar a la observación de una ingente
cantidad de testimonios y de fotografías para realizar las ilustraciones que
más fehacientemente reflejaran la realidad de lo que se quería exponer. Juan
nos mostró su gran sensibilidad cuando expresó que había hasta llorado al
realizar su trabajo, y su gran humildad cuando quiso trasladar, casi en exclusividad,
al guionista el mérito del libro (humildad que fue resaltada por este último).
Carlos también resaltó las lagunas
gráficas de los campos de concentración nazis, lagunas que en parte quedan
tapadas con el esfuerzo de
Ioannes.
Seguidamente
Carlos pasó a exponer, a través de un cañón de proyección, el
contenido del trabajo: explicando en primer lugar la procedencia de estos
deportados (aunque todos procedentes del exilio español en Francia, hubo tres
líneas de reclutamiento hacia
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70 cartageneros deportados,
40 no regresaron. |
esos
campos: alistamiento en la Legión Extranjera Francesa, los guerrilleros que lucharon en la
Resistencia francesa y la columna de
civiles del denominado “convoy Angulema” procedentes de los campos de
refugiados del sur de Francia), pero lo más importante de su exposición fue la
demostración de la responsabilidad del fascismo español en estas deportaciones, y más concretamente en las
del mismo Franco y del “cuñadísimo” Serrano Suñer.
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Alina. |
Carlos resaltó también la
presencia de
Alina, por lo duro que
tiene que resultar imaginar como su padre y su tío,
Gonzalo y Antonio Ortiz Crespo,
respectivamente, se quitaron la vida lanzándose contra las alambradas electrificadas
que rodeaban el campo de concentración de Mauthausen (el llamado campo de los
españoles).
Nos transmitieron también la
necesidad de conocer esta historia, que para otros lugares, para Francia, para
Bélgica, Inglaterra e incluso para Alemania es normal recordarlo, es normal homenajear a sus héroes (y nuestros deportados son héroes porque lucharon por nuestras
libertades) y, precisamente por eso, ese gran trauma lo han superado. Para los
pocos supervivientes que quedan de estos deportados españoles, ya lo de menos es su reconocimiento (que evidentemente se merecen), lo que más interés tiene para ellos es el
conocimiento de estos hechos, el que no se olviden. Simplemente por ellos, ya
merece la pena no olvidar, se lo debemos. Es incomprensible e intolerable el que, con mayorías
absolutas que ha tenido el PSOE, no se haya hecho aún,
cuando deberían estar, hace ya mucho tiempo, en los libros de texto, desde que el golpe de estado dejó de ser un peligro.
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