El jueves 12 de mayo, la asociación Memoria Histórica de Cartagena, organizó una conferencia con el título "Carmen Conde, Antonio Oliver y la Universidad Popular de Cartagena", que fue impartida magistralmente por el doctor en Literatura Española y profesor de la Universidad Miguel Hernández, de Alicante, José Luis Ferris.
Con gran interés acogió el público la disertación del conferenciante sobre aspectos inéditos de la biografía de la primera mujer académica de la Lengua, una gran poeta cuya trayectoria poética no puede ser entendida en su globalidad sin descender a los aspectos concretos y los pormenores de su biografía.
Cuando el escritor recibió del Ayuntamiento de Cartagena el encargo de la biografía de Carmen Conde, con motivo de la conmemoración de su centenario, y comenzó, a pesar de sus reticencias (pesaba sobre él el recuerdo del momento de su juventud en que conoció personalmente a la poeta cartagenera) a inspeccionar los archivos del Patronato Carmen Conde - Antonio Oliver, encontró una gran cantidad de material catalogado como secreto, pues se había legado por ella con la indicación de que esos documentos no se podían consultar. En el convencimiento de que si alguien no quiere que se consulte un material, lo habría destruido, atraído por la idea de que esa indicación de "no consultar" constituía, en realidad, una invitación a que sí que se quería que fuese consultado, puso como condición para llevar a cabo la tarea que se le quería encomendar, el poder inspeccionar dicho material.
Encontró en esos documentos una Carmen Conde a la que no se conocía, que no conocían sus familiares, que no conocía la gente más cercana a ella a lo largo de su vida. Encontró a la mujer que durante sesenta años de su vida vivió la verdad que justificaba la parte de su obra más importante. Sin conocer esa verdad no se podría entender nunca la obra poética de Carmen Conde. Se trata de su amor por Amanda Junquera.
Carmen Conde fue una representante de lo que llamamos el exilio interior, denominación bajo la que se agrupa a quienes quedaron en España durante el franquismo, no se exiliaron, pero su producción artística y cultural, contraria o ajena al régimen de Franco, convivía, sin embargo, con aquélla que lo ensalzaba.
José Luis se preguntaba acerca de quiénes había tenido que sufrir más, quienes
abandonaron su país por su ideología, o quienes hubieron de quedarse aquí viviendo tan agudas contradicciones.
Repudiada por su tierra natal por su condición republicana y despreciada por los antifranquistas por considerarla colaboradora del régimen, se manifestó esta contradicción en el momento de su candidatura a la Real Academia de la Lengua, al enfrentarse su candidatura a la de Rosa Chacel, representante del exilio exterior.
Carmen Conde no tuvo otra opción que mantener literariamente un complejo código de escritura, tanto por razones políticas como personales. La obra de Carmen Conde no se entiende si no se sabe cuál es la clave. La mejor poesía de Carmen Conde no está basada en su relación amorosa con un hombre llamado Antonio Oliver, y si ésa es una equivocación de partida, es imposible entender sus poemas.
Tras una consulta exhaustiva de los archivos de Carmen Conde y Antonio Oliver, Ferris ha reconstruido su vida desde la niñez, ha puesto de relieve el afán de Carmen por destacar en el mundo de la Literatura y su manera de compaginar su fortísima vocación con otras inquietudes, como la puesta en marcha de la Universidad Popular en Cartagena, o su lucha por la mejora de las condiciones pedagógicas en las escuelas murcianas y su inequívoco apoyo a la República.
El conferenciante nos habló sobre el matrimonio de Antonio y Carmen, de ese pacto por el que, a partir de la muerte de su hija, bajo la apariencia de un matrimonio había, en realidad, una relación materno-filial, y de la aparición, en el año 36, de Amanda Junquera en la vida de Carmen.
Tras esta introducción, que nos ayudó a internarnos en la auténtica personalidad de Carmen Conde, el conferenciante se extendió acerca de la Universidad Popular de Cartagena, cuyo proyecto empezó a tomar forma en julio de 1931, cuando Antonio Oliver vislumbró junto a Manuel Mas Gilabert y Ginés Arlés García la posibilidad de crear en Cartagena una UNIVERSIDAD PARA EL PUEBLO, que permitiera aproximar la cultura a las clases proletarias. Tras contacto con otras experiencias en otros lugares de España, se dedicaron a calentar el ambiente local a través de la prensa para sensibilizar el entorno. Hizo referencia al artículo de Antonio Oliver "La revolución por hacer", en el diario La Tierra, y a sus diferentes contactos con obreros e intelectuales, en la preparación del proyecto, de su petición de apoyo a la Universidad Popular a quienes quisieran liberar a sus hijos de la ignorancia y quienes quisieran incorporar Cartagena a la mejor España.
Antonio Oliver, poco a poco, fue dando detalles en sus artículos de cómo sería la Universidad Popular y consagrándose a esa tarea.
Carmen Conde dejó, desde el primer momento, clara su voluntad de entregarse como la primera a dicha Universidad Popular. La definió como el medio de unir la escuela del niño con el hogar y destacó el propósito de instruir a los adultos de la clase proletaria, haciendo que, junto al hijo, en plena edad escolar, el padre no fuera un analfabeto, una barrera, sino que se convirtiera en el mejor sostén espiritual del hijo.
En menos de un año, la Universidad Popular contó con bibliotecas infantiles y de adultos, con un fondo de más de 700 volúmenes, para empezar, y un número de lectores de 10.000!!! (en la Cartagena del año 31) que leyeron y sacaron libros de esa biblioteca. Se contó con un Archivo de la Palabra que registraba la voz de destacadas personalidades intelectuales del país y se creó el Cinema Educativo, una cátedra ambulante que los domingos y festivos visitaba pedanías y caseríos y organizaba conciertos, excursiones y viajes populares. Se creó la revista Presencia (cuaderno de afirmación de la Universidad Popular), de magnífica acogida en la ciudad.
En sus cuatro años y medio de vida, destacadas figura de la cultura y el medio académico pasaron por la Universidad Popular de Cartagena.
Se extendió Ferris en innumerables detalles sobre el funcionamiento de la Universidad Popular, siendo escuchado atentamente por un público que, ni por un momento, declinó su interés por el desarrollo de la conferencia, un público que había recibido, sorprendido, a su llegada, el obsequio de la biografía de Carmen Conde, que el Patronato Carmen Conde - Antonio Oliver nos había facilitado, y que había escuchado, más sorprendido aún, que, tras la presentación de ese libro en Madrid y Melilla, las otras dos ciudades en que la autora residió, no vino, como habría sido lógico, a ser presentado en Cartagena, su ciudad natal, y la que había encargado el trabajo de dicha biografía, sino que ésta había pasado desapercibida, sin que hasta nueve años después de su publicación, y una vez descatalogada la edición, haya venido el autor a manifestarse acerca de su trabajo en un acto público, la conferencia de la que estamos hablando, organizada por la Asociación Memoria Histórica de Cartagena.
Lamentamos la ausencia del concenjal de Cultura, David Martínez, que a pesar de su voluntad de sentarse a la mesa en este acto, no pudo comparecer debido a una indisposición pasajera, y agradecemos la presencia de Ana Rama y Francisco Martínez, que como representantes de los grupos municipales Ciudadanos y Podemos, estuvieron acompañándonos en esta ocasión.
Nota: Quien lo desee puede recoger un ejemplar de la biografía de Carmen Conde en las oficinas del Patronato Carmen Conde y Antonio Oliver, ubicadas en el edificio del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, de Cartagena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario